"Creed" o como presentarnos el Rocky del 2015, una franquicia que no se permite morir, con una 7ma entrega que le da nuevos aires y permite nuevos caminos, Stallone entrega la toalla y deja el camino abierto para Michael B. Jordan arrancar este reinicio de franquicia.
Es increíble la cantidad de películas centradas en boxeo (o cualquier clase de combate físico) al contrario, es una tendencia que no parece descender, creo que la razón principal por la que es un tema tan popular es por lo obvia y tangible metáfora de superación que representa, es una forma fácil y directa de mostrar energía y lucha por lo que quieres en la vida, así que no me extraña que “Creed” exista, y menos viniendo con la bendición del mismo Rocky. “Creed” sigue la historia de Adonis Johnson, el hijo de Apollo Creed, que intenta seguir los pasos de su padre y superar su sombra y legado, y busca al eterno rival de su padre, Rocky, para que lo entrene.
Una historia que se calca con algunas variaciones y actualizaciones a la “Rocky” original, Jordan ofrece un personaje sólido y creíble mientras que Stallone nos muestra un personaje profundo y vulnerable, que amplía el mito de Rocky y lo transforma un poco más humano.
Lo mejor del film es la segunda pelea de Creed, un plano secuencia espectacular, intenso, que sigue de cerca cada puño, sudor y sangre, donde los actores realmente se ven en una lucha, inmersos totalmente en sus personajes. Si te gusto la primera entrega de “Rocky” esta será una película satisfactoria pero no ofrece suficiente cosas nuevas para destacar con fuerza y ser tan icónica como su antecesora.
7/10
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