Reseña "Fury"

David Ayer le da su toque especial a la temática de guerra, con un drama ambientado dentro de un tanque en la segunda guerra mundial, así nos presenta "Fury".

Ayer tiene un talento para escribir relaciones y lazos amistosos, logra un compromiso y compenetración entre sus actores que le dan un realismo y naturalidad a sus film, “Fury” no es la excepción. De forma muy teatral comienza una historia sobre hermandad en el campo de batalla, la vida en un instante y como los lazos son inseparables, no intenta ser grandilocuente, con un elenco de ensamble, busca contar con cada personaje un modelo y punto de vista diferente, por lo tanto cada uno son muy diferentes entre ellos, pero igual su relación se mantiene creíble. El espectador toma el papel de Norman Ellison interpretado por Logan Lerman, un cadete novato que al igual que la audiencia es introducido a este mundo, al combate como un baño de agua fría, o mejor dicho, helada, así es como se une al equipo liderado por Don 'Wardaddy' Collier, papel sobrio y sereno que nos otorga Brad Pitt, a cargo del tanque de guerra Fury. A través de este equipo y sus experiencias vivimos la crudeza y crueldad de la guerra, donde no hay villanos reales si no soldados siguiendo órdenes, y donde la vida es un simple instrumento, un arma a disposición y diseñada para dejarlo todo en el campo, pero humanizándolos mientras no están destruyendo al enemigo. Hace un buen trabajo en mostrar la dinámica de grupo y de forma fiel el manejo de los tanques, para concluir con un clímax doloroso y heroico donde estos corazones de acero (título en Latinoamérica) se sacrifican por el honor y el bien mayor

Posee diálogos naturales, bien escritos, los personajes tienen objetivos claros y logran interesarnos en cada uno de ellos, gracias también a unas actuaciones que permiten esta inmersión en el espectador, junto con el arte muy cuidado que logra concebir la época de forma certera. La película crece en sus escenas calmadas, pero con gran trasfondo y peso; Demuestra el cambio en cada hombre, porque la guerra cambia y nunca volverán a ser los mismos.

7/10