James Wan, la promesa del terror, se consolido como director con la primera entrega de esta película, ahora vuelve luego de la decepción de "Anabelle" (la cual el no dirigió pero si produjo) para volver a tomar un caso de los Warren, esta vez ambientada en Inglaterra, llega "The Conjuring 2"
Inspirada en hechos reales, Ed y Lorraine Warren, dos investigadores paranormales, afamados por la cantidad de casos que trataron, son asignados por la iglesia católica, para verificar un caso en Inglaterra, demostrar si es una estafa o real, una niña afirma escuchar voces en su cabeza y ser poseída por el anterior dueño de su actual casa, que reclama su hogar y que se vayan sus nuevos huéspedes, usando recursos como mover objetos de forma estrepitosa y la niña alega que también ha levitado. Si algo sabe hacer este director es dirigir terror y manejar el suspenso, logra hacerlo de forma impredecible a un género lleno de clichés, no llena el metraje de "scare jumps", si no lo maneja todo como una hoya de presión donde la tensión crece, no es temeroso en demostrar las cosas paranormales y lo hace con fuerza, los objetos se abalanzan contra las paredes y se destrozan generando una verdadera sensación de peligro. La trama aunque gira en torno a la casa y a esta pequeña sumerge una trama entre los esposos donde una premonición por Lorraine, donde ve a su esposo morir, sube la tensión y el riesgo en especial en el clímax.
La película logra un buen casting con Madison Wolfe, la niña protagonista, que lleva el demonio dentro de sí, una mala elección en este papel y la película se viene abajo. El diseño de producción es bueno, generando una casa tétrica pero sin ser risible, con imágenes impactantes como la habitación llena de crucifijos, además el demonio que toma la forma de monja es aterrador y logra perturbar con pocos recursos. En mi caso es una película que disfrute, con algunos sustos, que no atormenta ni me acompañan a dormir, ahí su punto débil.
5/10
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