Los Cohen nos brinda una historia ubicada en la epoca de oro de Hollywood, atrapando su misticismo y el momento icónico solo como ellos lo saben hacer.
Barton Fink sigue la historia del personaje homónimo, interpretado por John Turturro, es un escrito, que acaba de conseguir el éxito en Brodway con una obra de teatro, lo que le abre las puertas a Hollywood, y recibe una oferta para escribir peliculas para un gran estudio, es encargado en realizar un guion de una cinta de luchadores, cliché del momento, por lo que se recluye en un hotel de poca fama, lejos del sistema, donde se enfrenta al bloqueo de escritor y conoce a Charlie Meadows interpretado por Jhon Goodman, y así juntos crean la dupla protagónica, pero la atención se mantiene siempre en Fink, que entre frustración, enfrenta el vacío creativo, donde la presión solo escala, mientras la fecha de entrega se aproxima y no logra plasmar sus ideas en papel. Una comedia negra, cada vez que avanza va soltando su tono ligero y llega a lugares muy oscuros, avanza de forma inesperada y agarra al espectador por sorpresa, llegando a un lugar surreal, metafórico, donde los sucesos son irreales e inafrontables.
La siento como una gran analogía sobre Hollywood, el infierno y la soledad del artista, como el realizador se ve comprometido a entregar su integridad en busca del éxito, para lograr encajar en un engranaje que no se detendrá para esperarlo, toda la ambientación se ve muy trabajada, el hotel trasmite y se acopla muy bien a los personajes, generando un contraste marcado con los demás lugares que Fink visita durante el trascurso del film; los vestuarios y la escenografía están bien concebidos, además con actuaciones de talla de ambos actores y el elenco en general. Así es como los Cohen nos dan una historia muy particular y efectiva, como era de esperarse, con Barton Fink
7/10
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